Conoce por qué los cenotes de la Península de Yucatán son tan impresionantes
La palabra cenote viene de una palabra en lengua originaria de Yucatán, Dzonot, que significa “caverna con agua”.
Los cenotes eran sitios sagrados para los antiguos habitantes de la regi´ón. Se consideraban símbolos de vida y muerte pues proveían de agua fresca y creían que eran las puertas de entrada al inframundo.
En la Península de Yucatán hay entre 7,000 y 8,000 cenotes. Descubrimientos recientes confirman que muchos de ellos están interconectados, formando una gigantesca red de ríos subterráneos que llega hasta el mar.
En muchos de ellos se puede bucear y en el interior de algunos se han hallado restos fósiles de miles de años de antigüedad como osos hormigueros gigantes o ancestros de caballos, así como joyas, huesos y vasijas, con lo que se comprueba su importancia como sitios ceremoniales para la cultura ancestral de esta zona.
Los cenotes son también sitios armónicos y llenos de paz. ¡La tranquilidad del agua y el clima fresco te encantarán! Además son lugares perfectos para tomarse una foto y compartirla.
Cenote Zací
El cenote Zací se ubica en el corazón de Valladolid, a solo unas cuadras de la plaza principal. Es en este lugar donde surgió el trágico amor entre Zac-Nicté y Hul-Kin, una leyenda que debes conocer al visitarlo.
Este cenote es uno de los más grandes de Yucatán. La altura de la bóveda es de 26 metros y la profundidad alcanza los 80 m. El cenote Zací en Valladolid es hogar de diversas especies de aves y cuenta con formaciones de estalactitas. En días soleados, donde los rayos alcanzan el interior de la bóveda, tiene una coloración turquesa e incluso se pueden ver pececillos lub.
Cenote Sagrado Azul Ik’kil
El Cenote Sagrado Azul Ik Kil está a 3 km del sitio arqueológico de Chichén Itzá, México. Es un cenote abierto al que los antiguos pobladores consideraban sagrado y solo podían acceder los reyes.
Tiene una forma de círculo casi perfecto y rodeado de una vegetación exuberante que recrea un ambiente mágico a medida que vas descendiendo en su interior. Sus aguas cristalinas de 40 metros de profundidad permiten ver pequeños bagres, y con un poco de suerte, algunas tortugas. También puedes echarte un clavado desde una plataforma de 5 metros de altura.